Bocados

Me muerdo el labio- esto fue lo que tecleé y envié en aquella conversación tan poco habitual por Internet.

Segundos después me preguntabas qué significaba eso: me muerdo el labio... Qué extraña eres, pensaste. Qué simple eres, pensé yo.

No paro de preguntarme qué ha pasado con nosotros, somos tan diferentes, que habernos cruzado de esta manera es algo tan imprevisible como inestable.

Me muerdo el labio. Es un gesto que vale sus mil palabras. Me muerdo el labio cuando no sé cómo expresar lo que pienso, indica cohibición, un gran impedimento para realizar algo que necesito, un deseo intenso con un muro inmenso, es querer y no poder, materializando mi frustración en un mordisco.

Te escribí aquello porque sentí unas ganas gigantes de que estuvieses allí conmigo y entonces acercarme sin quitarte los ojos de encima.

Pero no podía porque te encontrabas al otro lado del ordenador. Por eso me mordía el labio.

Tengo tantas cosas en la cabeza que soy incapaz de decidirme por ninguna y materializando mi frustración en un mordisco, me muerdo el labio.